lunes, 10 de marzo de 2014

¿Cómo manejar las rabietas y pataletas de tus hijos?

En anteriores publicaciones tratamos el tema de cómo educar las emociones y las posibles actividades con las que crear un clima adecuado que invite a los niños a expresar sus emociones y enfrentarse a ellas en las mejores condiciones.

Hoy queremos compartir con vosotros una de las conductas más habituales en los más pequeños, las rabietas.  Mediante las rabietas, los niños expresan su frustración o su enfado a través  de una explosión de rabia provocada por diferentes situaciones. Esto ocurre porque han aprendido algo y suelen no ser conscientes de que lo han aprendido, por ello ante una rabieta reciben una respuesta del adulto que en ocasiones es la que ellos desean, aunque no siempre la mejor para la situación.

Podemos diferenciar distintos tipos de rabietas en función de la causa que los provoca:


  • Por el cansancio, ya que a menudo los pequeños manifiestan un malestar o enojo debido al cansancio y lo presentan mediante las rabietas.
  • Para llamar la atención, el niño sentirá enfado y frustración si no se le hace caso. Probablemente intentará otras conductas antes de la rabieta, y si no tiene resultado dará rienda suelta a su enfado con una rabieta.
  • Cuando no consiguen lo que desean, otra situación en la que los niños y niñas suelen sentirse frustrados es cuando no consiguen obtener algo que quieren.
  • Malestar ante una situación que no les gusta, cuando algo no les gusta suelen responder con rabietas como por ejemplo cuando cambian de sitio en clase al niño, tener que ir a hacer una visita en cambio de ir a jugar al parque o un comentario de alguien con regañinas.
  • Para descargar tensiones, así como las frustraciones presentes o pasadas. En estos casos los niños se sienten frustrados por alguna situación que les hace enfadarse.

 Es muy importante que aprendáis a manejar estas conductas de vuestros hijos y que les enseñemos a controlar su frustración y a expresar sus emociones de forma adecuada. Nuestra respuesta ante la rabieta de un niño es actuar para que esta conducta no se convierta en habitual y ellos aprendan otras formas de enfrentarse a situaciones más frustrantesEs fundamental que aprendan esto, ya que generalizaran este aprendizaje emocional y lo llevarán a la práctica en su vida adulta. Los adultos tienen conductas similares, solo que las rabietas en los adultos ocurren con otro tipo de manifestación conductual como puede ser la ansiedad. 

A continuación os proponemos una serie de consejos para manejar las rabietas.


    •  No prestar atención a la rabieta:Si respondemos automáticamente a la rabieta del niño, no dejamos que el pequeño aprenda a tolerar esa frustración. Debemos enseñarle que con las rabietas no consigue su objetivo .
    •  Esperar a que el niño se calme: Posteriormente se deberá actuar.
    •  Explicar con calma: cuando se tranquilice le prestarás atención y juntos podréis     solucionar la situación.
    •    No perder los nervios: ya que si el niño ve que sus padres muestran un enfado, le están dando importancia al asunto y le prestan atención.
    • Ser firmes y constantes: pero siendo cariñosos y no mostrando el enfado que nos produce la situación. 
    • Desviar la atención del niño: hacia otra cosa de menor importancia.
    • Procurar que los pequeños descarguen tensiones: llevándolos al parque, a montar en bici e incluso usando el sentido del humor.
    •  Dialogar con el niño:  procurar que ellos se sientan cómodos para hacerlo de una manera adecuada.
    •  No juzgar al niño: siempre desde un punto de vista compresivo y en todo caso se debe criticar su comportamiento, explicándole cómo te sientes, no critiques al niño o niña.

¡Hasta la próxima entrada!


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